La Joven Iglesia ACyM de Mongolia y sus Desafíos para Predicar el Evangelio

Mongolia es un gran país del este de Asia, ubicado entre Rusia y China. Casi el 30% de la población es nómada o seminómada y la mayoría son jóvenes (30 años o menos), budistas, o se identifican como no religiosos. Todos estos factores desafían al evangelismo. Pero la Iglesia ACyM de Mongolia ha sido fiel al llamado de predicar el evangelio.

La Iglesia Alianza Cristiana y Misionera de Mongolia es una iglesia joven. El primer misionero de la ACyM llegó a Mongolia en 1997 y la primera iglesia ACyM se plantó en 1998. Desde entonces, se ha convertido en 12 iglesias organizadas y ocho iglesias en casas. La mayoría de los miembros y líderes de la iglesia son creyentes de primera generación. Todas las iglesias son atendidas por obreros a tiempo parcial involucrados en ministerios de fabricación de carpas. Hay 13 obreros ordenados o licenciados a medio tiempo y tiempo completo.

La iglesia nacional ha estado llevando a cabo Seminarios de Libertad Financiera, Consejería Familiar, Ministerio de Celebración de Recuperación, una Guardería, un Curso de Desarrollo del Carácter y un Ministerio en las Prisiones. Además, están planeando comenzar un nuevo ministerio para ancianos, cuidándolos, para que conozcan más acerca de Jesucristo.

Aunque tienen muchos ministerios y trabajo, la necesidad más crítica que enfrenta la iglesia mongol es capacitar y formar líderes nacionales que puedan nutrir a las generaciones jóvenes de Mongolia enseñándoles cómo evangelizar y discipular a sus comunidades. Las personas de 30 años o menos componen la mayoría de la población del país (55,2% en 2017) y el 37,7% de la población tiene menos de 19 años de edad.

Mongolia es un país grande. Tiene 21 provincias y hay 329 soums (pueblos/condados) en las provincias. Algunas provincias no tienen iglesias. La iglesia necesita más obreros para enviar a toda Mongolia, así como al mundo entero.

El reverendo Lhawgasuren Munkhuu, presidente de la ACyM de Mongolia, nos pide que oremos por todos los ministerios y el trabajo de nuestra familia de la Alianza en Mongolia, para que puedan llegar a más niños, ancianos y familias con el evangelio.