Los atentados terroristas han causado estragos en la Iglesia de la Alianza Cristiana y Misionera de Burkina Faso, desplazando a miles de personas y provocando una devastación generalizada.

Burkina Faso y Mali son naciones de África occidental que se enfrentan a la hambruna desde hace décadas. En los últimos años, los ataques terroristas yihadistas han provocado el desplazamiento de muchas personas. Los nacionales, en su mayoría mujeres y niños, están siendo reubicados hacia el oeste, en el desierto del Sahara. Sobreviviendo principalmente gracias a la agricultura, estas personas son víctimas de las sequías e inundaciones habituales en el Sáhara, lo que pone aún más en peligro sus vidas.

Como parte del programa de Respuesta Global al COVID-19 de AWF, el equipo de Burkina Faso sigue proporcionando actividades generadoras de ingresos, formación a los agricultores e instalaciones sanitarias para las familias, ayudándolas a protegerse y a prosperar.

La Alianza de Burkina Faso ha implantado con éxito proyectos para proteger, capacitar y empoderar a las personas que viven en las comunidades vulnerables a las que sirve. Bajo la guía de Dios, han ayudado a 122 hogares y a 1.104 personas. Oremos para que nuestro Señor continúe usando las vidas de nuestra familia de la Alianza en Burkina Faso para bendecir a sus compatriotas.

Con más de 20 años de ministerio, Job Dao es el nuevo presidente de la ACyM de Burkina Faso. Además de prepararse para la celebración del centenario de la iglesia, planea difundir el evangelio en las ciudades no alcanzadas de Burkina Faso.

Como parte de nuestra estrategia de comunicación, estamos lanzando una nueva campaña de divulgación.