The Christian and Missionary Alliance
Presidente: Rev. John Stumbo
8595 Explorer Dr., Colorado Springs, CO, 80920, United States of America
+1 719-599-5999
ESTADÍSTICAS (2022)
Miembros
383.162
Iglesias
2.002
Ministros Ordenados
3.372
Misioneros
496
Cuando el fundador de la Alianza, A. B. Simpson, renunció a un lucrativo pastorado en la ciudad de Nueva York en 1881, respondió a una llamada de Dios para llegar a las masas perdidas tanto en Nueva York como en todo el mundo. Prostitutas, estibadores, inmigrantes y personas sin hogar recibieron el mensaje reconciliatorio de que todas las personas son elegibles para recibir la gracia ilimitada e inmerecida de Cristo Jesús.
En 1882, Simpson estableció el Tabernáculo del Evangelio de Nueva York para lanzar un movimiento que finalmente llevaría la esperanza del Evangelio a los pueblos perdidos, marginados e ignorados del mundo. Luego estableció el Instituto de Capacitación Misionera para entrenar y equipar a hombres y mujeres que Dios estaba llamando a llevar las buenas nuevas de la salvación hasta los confines de la tierra. Durante ese tiempo, el grupo de Simpson envió al primer equipo de misioneros al Congo en 1884.
Desde entonces, miles de personas han seguido el llamado de Dios para servir a través de la Alianza en los Estados Unidos y en el extranjero. En 1974, la Alianza Cristiana y Misionera de los Estados Unidos (ACyM) se convirtió oficialmente en una denominación, pero mantuvo el corazón de las misiones en el extranjero en su núcleo. El ex presidente de la Alianza, el Dr. L. L. King dijo sobre la ACyM que “no se estableció como una misión divorciada de la actividad normal de una iglesia, sino que era una iglesia que tenía en su interior la vida y la función de una misión. La misión vino primero, y la iglesia surgió de la misión.»
El Dr. John Stumbo, su duodécimo y actual presidente, describe a la Alianza de los EE.UU. como «una familia centrada en Cristo, como la de Hechos 1:8». Más que 2.000 iglesias de la Alianza de los EE.UU. adoran en 37 idiomas y dialectos mientras ministran el amor de Cristo en sus comunidades y ciudades, mientras envía y apoya a los obreros internacionales para que proclamen las buenas nuevas entre los pueblos menos alcanzados del mundo.