Vida y Ministerio del Pastor Aliancista Sirio Issam Farah

Era la madrugada del sábado 9 de julio de 2022 cuando recibí la triste noticia de que mi buen amigo, el Rev. Issam Farah, había fallecido debido a un problema cardíaco. Nuestra relación se remonta a 1992 cuando fuimos los primeros estudiantes en viajar al Líbano para estudiar en el Instituto de Teología de la Alianza Cristiana (CAIT). Nuestra amistad creció a lo largo de los años llegamos a ser como una familia. El Rev. Farah era un hombre amable, con una fe fuerte y sólida. Tranquilo y seguro, trajo alegría a todos los que lo rodeaban. Su fallecimiento es una gran pérdida para la ACyM en Siria y en la región. Agradecemos sus oraciones por su esposa, Nahed y por sus hijos, Ibrahim y John.

Pastor sirio de la zona costera cerca de la ciudad de Tartus, el Rev. Farah nació en 1965 y aceptó a Jesucristo como su Señor y Salvador en 1979 cuando tenía 14 años. Sintió que el Señor lo llamaba cuando tenía 18 años, así que comenzó a ministrar a los jóvenes de su ciudad. Mostró dedicación y sus esfuerzos fueron fructíferos. El Rev. Farah se casó con Nahed en 1991. Ella compartió su visión y su llamado y, en 1992, se trasladaron a Beirut, Líbano, para obtener una licenciatura en teología de CAIT.

Después de graduarse en 1994, el Rev. Farah y Nahed se mudaron a la ciudad sureña de Darra, donde pastoreó una iglesia ACyM durante cinco años. En 2000, se trasladaron a Jedidiah, una ciudad en los suburbios de la capital siria, Damasco. Comenzaron a pastorear allí y establecieron una iglesia ACyM. Fue ordenado con la ACyM en Siria en 2002, y el nuevo edificio de la iglesia fue dedicado ese mismo año. En 2016, el Rev. Farah fue elegido miembro del Comité Ejecutivo de la ACyM en Siria y Líbano, y pastoreó en Jedidiah hasta su fallecimiento.

Fiel a su llamado hasta el último día, el Rev. Farah sirvió y ayudó a la gente con amor e integridad durante la guerra. Era un predicador dotado y discipuló a muchos líderes jóvenes, uno de los cuales se graduó el mes pasado del CAIT. La iglesia ha seguido creciendo, a pesar de las dificultades de la guerra. El Rev. Farah también fue un hombre de familia, un esposo y padre amoroso, y guió a sus dos hijos, Ibrahim, de 29 años, y John, de 25, a la fe en Jesucristo.