Mensaje de Año Nuevo

Noticias relacionadas

La Conferencia Misionera de AWF África en Togo Reúne a Líderes para Misiones Globales

In Memoriam: Félix Jiménez, Un Visionario y Compasivo Líder de la Fe

“Venga Tu Reino”: La Alianza Regional de Asia-Pacífico se Reunió en Vietnam para Empoderar a la Próxima Generación

AWF Acoge el Primer Foro Sobre Teología e Identidad de la Alianza en España
Y Jesús se acercó y les habló diciendo: “Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; ensenándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”. (Mateo 28:18-20, RV)
Al reflexionar sobre el año pasado y prepararnos para el camino que tenemos por delante, recordamos la clara misión que nos confió nuestro Señor Jesucristo. La Gran Comisión no es simplemente un mandato, sino un llamado divino que ha guiado a la Alianza Cristiana y Misionera (ACyM) durante casi 140 años. Frente a un mundo que cambia rápidamente y está marcado por la agitación económica, los conflictos, las crisis humanitarias y los desafíos ambientales, nuestro compromiso de difundir el evangelio y servir a las comunidades con amor y compasión sigue siendo firme.
El año 2024 ha estado marcado por importantes acontecimientos globales, desde la escalada de conflictos y la profundización de las desigualdades sociales hasta los desastres relacionados con el clima que afectan a millones de personas. Hemos sido testigos de continuos disturbios en varias partes del mundo, incluida Europa del Este, Medio Oriente, África y Asia, donde muchas de nuestras iglesias de la Alianza se han mantenido como faros de esperanza en medio del sufrimiento. Los cambios políticos y las dificultades económicas han subrayado aún más la necesidad de una iglesia que no solo predique las Buenas Nuevas, sino que también las encarne mediante actos tangibles de servicio. A pesar de estos desafíos, la Confraternidad Mundial de la Alianza (AWF) se ha mantenido firme en su misión, empoderando a las iglesias nacionales para que trabajen juntas para hacer avanzar el Reino de Dios a través de la educación teológica, la extensión misionera y las iniciativas de desarrollo comunitario.
Al acercarnos al año 2025, nos encontramos en el umbral de un hito histórico: nuestro 50 aniversario como confraternidad mundial. Esto marca cinco décadas de dedicación a fomentar la cooperación entre las iglesias nacionales, capacitar a los líderes y promover el evangelio tanto en palabras como en hechos. Nuestro camino ha sido de fe y perseverancia, marcado por las increíbles formas en que Dios ha usado a la AWF para unir a las iglesias a través de las fronteras culturales y geográficas. Celebramos la expansión de la familia de la Alianza, que ahora llega a más de 80 países con más de 6,72 millones de miembros en 24.680 iglesias, compartiendo el mensaje de Cristo en sus comunidades y más allá, hasta los confines de la tierra.
Un pilar fundamental de la AWF siempre ha sido la cooperación en la misión. El llamado a “ir y hacer discípulos de todas las naciones” ha impulsado nuestros esfuerzos a movilizar misioneros de diversos contextos culturales, formando cooperaciones que trascienden las fronteras. Hoy, 1.712 obreros de 41 iglesias nacionales de la Alianza sirven en proyectos misioneros transculturales, llevando el evangelio a 351 grupos étnicos y fortaleciendo a las iglesias emergentes.
Otra responsabilidad clave de la AWF es mantener los fundamentos teológicos y las prioridades ministeriales de la Alianza Cristiana y Misionera promoviendo activamente la educación teológica. A través de seminarios regionales, cursos en línea y colaboraciones teológicas, hemos presenciado una profundización de la comprensión doctrinal y un compromiso renovado con los valores fundamentales de la Alianza. Estos esfuerzos no solo han fortalecido a los líderes individuales, sino que también han fomentado un espíritu de colaboración entre las iglesias nacionales, permitiéndoles apoyarse mutuamente en el cumplimiento de la Gran Comisión.
El desarrollo comunitario se ha convertido en una parte integral de la misión de AWF, encarnando el amor de Cristo de manera práctica. Desde los esfuerzos de socorro en caso de desastres hasta las iniciativas de atención médica, desde los programas educativos hasta los proyectos de desarrollo sostenible, nuestras iglesias nacionales han respondido a las necesidades apremiantes de sus comunidades. Estos esfuerzos no solo han aliviado el sufrimiento, sino que también han abierto puertas para el evangelio, demostrando que la fe en Cristo trae renovación y esperanza a todos los aspectos de la vida.
Mientras nos preparamos para reunirnos en la Convocatoria Cuadrienal de la AWF en Kinshasa, República Democrática del Congo, en octubre de 2025, esperamos celebrar nuestro recorrido de 50 años y abrazar los desafíos y las oportunidades que tenemos por delante. Este evento histórico será un momento de reflexión, renovación y compromiso con nuestra misión compartida. Nos reuniremos como una familia global, unidos en nuestro deseo de ver vidas transformadas a través del poder del evangelio.
El mundo que nos rodea sigue cambiando y nos presenta nuevos y complejos desafíos. Sin embargo, seguimos confiando en la promesa de Cristo: “Y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”. A medida que avanzamos, hagámoslo con valentía y fe, sabiendo que nuestro trabajo en el Señor no es en vano. Sigamos siendo una comunidad unida, dedicada a proclamar a Cristo, fortalecer su Iglesia y servir al mundo con amor y compasión inquebrantables.