Mensaje de Fin de Año de la Región de América Latina 2020
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Nuestro agradecimiento profundo al Señor por Su inigualable gracia para la Iglesia de la Alianza en América Latina. En medio de un panorama adverso como la pandemia originada por el COVID-19, Dios nos mostró Su inigualable fidelidad a cada paso. El servicio que nos ha permitido desempeñar desde la Directiva de la Confraternidad Latinoamericana de la Alianza, ha sido de bendición para la familia global aliancista. Compartir con nuestros hermanos la visión de llevar el Evangelio hasta lo último de la tierra, buscando conocer a Cristo más y más para únicamente glorificar Su Nombre, es lo que nos ha mantenido firmes en el mundo.
Sostener en oración constantemente a todos nuestros hermanos de Latinoamérica, al pasar por este valle de sombra de muerte como fue en el período de confinamiento, nos hizo fortalecer más nuestros lazos de hermandad y profundo amor en el Señor, buscando ser siempre respuesta a la necesidad emergente.
Reunirnos vía web como un solo Cuerpo de Cristo mediante la Actualización Ministerial 2020, organizada por AWF – CLA y FATELA, desde el mes de agosto hasta noviembre, a través de diversos Webinars, fue de profunda edificación. Actualizar a pastores e iglesias en asuntos relacionados con la “nueva normalidad” que generó el aislamiento social a raíz del coronavirus; fue sin duda ver reflejado el mover de Dios en la tierra por medio de Su Iglesia en respaldo y favor a nuestras vidas.
Por esto y mucho más, agradecemos al Señor y avanzamos con la certeza de que Él continúa llevándonos de Su mano para cumplir Su propósito eterno a través de nosotros, prosiguiendo hacia la meta, puesto los ojos en Jesús.
Queridos hermanos, es mi deseo que en este tiempo especial que recordamos el nacimiento de nuestro amado Salvador Jesucristo, podamos disfrutarlo en unión de nuestra amada familia e iglesia, dando gracias a Dios por todo Su amor derramado en cada uno de nosotros. Que en este nuevo año que se aproxima, podamos caminar en integridad, buscando agradarlo en todo tiempo, haciendo real Su Palabra en nuestras vidas. Que el Señor nos lleve a un conocimiento más profundo de Su voluntad y podamos conducirnos sabiamente en el camino eterno, llevando vidas fervorosas de oración, siendo firmes embajadores del Reino de los Cielos y proclamando en todo tiempo el precioso mensaje de Salvación, a través de nuestro amado Jesucristo.
En Cristo,
Rev. David Muthre Ruiz
Coordinador Regional Región América Latina