Los conocí en Erbil. Ambos alrededor de los 30, casados desde el año pasado y ahora comparten una habitación con su bebé recién nacido, su sobrina de 18 años y sus abuelos. No, ellos no pueden quejarse porque están mucho mejor de que otros que tienen que compartir una tienda de campaña con diez adultos. El próximo mes se pondrá más frío y enfrentaran más problemas.
Los últimos días en Erbil y Dohuk fueron una inmersión en el sufrimiento humano, pero esta es la otra cara. En la foto se ve el pastor de la Iglesia Alianza en Mosul con su esposa. Hace siete años, Dios los llamó a Mosul, ahora tenían que salir de la ciudad a toda prisa y dejar todo atrás. Bueno, ellos tomaron fotografías, como la que tienen en sus manos. Esta muestra a la Iglesia local en sus mejores días. «Estamos muy agradecidos de que podemos vivir con Jesús», dicen, y sus ojos brillan mientras tengo que asimilarlo.
Su congregación esta dispersa en diferentes ciudades. Algunos han encontrado refugio en las iglesias de la Alianza en Erbil y Dohuk. Ellos están involucrados en la distribución de artículos de socorro a otros refugiados. En Dohuk principalmente a las familias yezidi. Ellos están agradecidos por sus oraciones.
Por favor, continúen orando por el Pastor Sabah, su esposa Faiza y la iglesia dispersa.
Arie Verduijn
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